"HIDROTERMAPOLITANO" Podcast + Arte

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jueves, 27 de mayo de 2010

“BAJO EL SOL DE LA HACIENDA”


Amo la música,
esta música
creciendo en tu boca
como yedras azules
contra las bardas
del crepúsculo.
DESIDERIO MACÍAS SILVA


     Discutía con un amigo sobre la música que es considerada como “Bella” o “Buena”, él aseguraba que sólo la considerada como Música Clásica podía ser denominada con los títulos antes mencionados; refutando su postura, mencioné que aquellas melodías que expresaran el sentir de quien las escribe o las canta, así como de aquellos que las recuerdan, pueden suponerse como Música Buena. El tema hasta ahora no ha concluido.

     Tema inconcluso también, es el festejo de los inicios de la Independencia de México y de la Revolución Mexicana; 1810 y 1910, respectivamente; y es ahí donde surge el cuestionamiento infaltable, qué tan distintas son las realidades entre 1810, 1910 y 2010. En sus luchas, México ha emprendido los ejes de la independencia Económico – Política – Social, esperando sean resueltos grandes de los problemas que aquejan al pueblo; uno de ellos, fundamento de la Revolución Mexicana, el reparto agrario, cuestión surgida a partir de la desaparición de las Haciendas.

La gran hacienda era el sistema dominante de ocupación y uso de la tierra. Después de más de dos siglos de lenta evolución, de integración de los mejores suelos a los procesos productivos y de definición de límites, las haciendas habían adquirido perfiles claros y distintivos. Ocupaban las mejores tierras, abastecían de granos y carnes las ciudades más cercanas, habían perfeccionado sus métodos de control de la fuerza de trabajo(GÓMEZ, 1994, 81)
     Las haciendas, castillos feudales del Siglo XIX, se convirtieron en la forma de producción y de explotación laboral de Aguascalientes y de gran parte del país. Como era de esperarse al modo de estilo feudal, los dueños de las haciendas, también conocidos como “Amos” resultaban ser extranjeros que adquirían dichos terrenos para edificar la Casa Grande, lugar donde habitaba el amo y su familia, sus animales y acaso también, sus trabajadores.

Sol redondo y colorado, como una rueda de cobre, desde ahí donde estás mirando y que diario me miras pobre. Me miras con el arado, luego con la rozadera, una vez en la llanura y otra vez en la ladera. Me miras atando un toro, me vez arriando un atajo, pero diario me vez pobre como todos los de abajoSol Redondo (fragmento) – D.P.
     Los trabajadores de las haciendas eran aquellos que, a falta de tierras propias, labraban los sembradíos de otros y recibían una mínima parte de lo obtenido por su cansancio. Si bien, el sistema de la hacienda permitía subsistir a quienes laboraban en ella, no era necesariamente la mejor forma de vida, pues los trabajadores dependían de diversos niveles que, en la mayoría de los casos, les eran inaccesibles. Del peón al capataz existía un abismo incalculable en materia de beneficios, pues el capataz tenía poder de mando sobre diversos trabajadores, mientras que el peón no podía decidir por su propia vida, sustento o familia, pues ello estaba en manos del amo.

Los peones ganaban un salario diario de un real, aunque había algunos que ganaban uno y medio o hasta dos reales diarios. Ello equivale a un sueldo mensual que variaba entre cuatro y ocho pesos(GÓMEZ, 2000, 96)
     En el Aguascalientes de mediados del Siglo XIX, se llegaron a contabilizar cerca de 37 haciendas, la mayor parte de ellas ubicadas cerca de la capital del estado y otras más en los municipios de Rincón de Romos, Asientos, Tepezalá y el Llano, por cierto, el edificio que hoy ocupa la Presidencia Municipal de dicho municipio, fue la casa grande de la hacienda; curiosa coincidencia ¿no?

     Sin embargo las haciendas decayeron en su estructura ideológica y física, hoy pocas son aquellas que se “conservan” y/o que, por lo menos siguen en pie; otras han sido restauradas y utilizadas para diversos fines, entre ellas:

Hacienda de Pabellón de Hidalgo (Originalmente De San Blas) - Museo de la Insurgencia.
Hacienda de Cañada Honda – Escuela Normal “Justo Sierra”
Hacienda de Palo Alto – Presidencia Municipal de El Llano
Hacienda de Garabato – Destinada para eventos sociales (fiestas, banquetes…)

     De los trabajos realizados en la hacienda surgieron en Aguascalientes canciones que hoy son conocidas (realmente poco) y que conforman parte del folklore del estado, las cuales reflejan el sentir del pueblo, las jornadas de trabajo en la hacienda, la forma de vida y su visión. Si bien es cierto, mucho se ha hablado de que Aguascalientes no cuenta con un folklore propio, debido a su pertenencia y cercanía a estados como Zacatecas y Jalisco, mas, como hace unos días comentara a quien esto escribe en una plática el maestro Fernando Edrehira Macías, “No es lo mismo hablar de la música tradicional “de” a la música tradicional “en” algún lugar”.

En este caso, la atención gira en torno a la música tradicional, que comienza con la búsqueda de informantes privilegiados, es decir, aquellos personajes que si bien han sufrido el asalto del tiempo, su memoria permanece más o menos intacta (REYES, 1998)
     De las haciendas de Aguascalientes han surgido canciones que hoy son interpretadas por grupos de músicos que, ciertamente no pertenecieron al tiempo ni al espacio en que se crearon, las mantienen vivas. Y es que en Aguascalientes, como en todo el país, preservar la música tradicional, es visto como una causa perdida; pues no resulta ser, como lo mencionaran los teóricos de la Escuela de Frankfurt, una mercancía de la industria cultural y aquellos que intentan conservarla tienen dos opciones, seguir en el anonimato mercantil o formar un comercial “Mariachi”.

La música regional difundida por los medios masivos no es elaborada e interpretada por los músicos de extracción campesina con todo un contenido social y vivencial, sino la música y canciones producidas por encargo a compositores profesionales que se basan en los ritmos tradicionales pero bajo una perspectiva y mentalidad urbana(VELASCO, 2004, 35)
En Aguascalientes, la música tradicional podría catalogarse de la siguiente forma.


Música Original o Autónoma

Música Contemporánea o Apropiada

Música Moderna o Enajenada


     Dicha clasificación se determina de acuerdo a lo planteado por Guillermo Bonfil Batalla (1995) con respecto a la (in)dependencia de la cultura que se plantee. Así, la Música Original o Autónoma, puede ser definida como aquella que resulta de procesos de investigaciones históricas y socio – culturales; sones, shotises (chotises) y polkas, pertenecen a dicha denominación. Por otro lado, la Música Contemporánea o Apropiada, resulta de la creación de obras que hoy representan al estado, pero que, no necesariamente han surgido con el afán de rescatar la tradición músico – vocal de Aguascalientes; tal sería el caso de las creaciones musicales del “Ferial”, espectáculo que se originó con la idea de mostrar parte del folklore del estado y del cual se han extraído piezas como la Danza de Bordadoras o la de Ferrocarrileros, que hoy son símbolo del estado. Por último, la Música Moderna o Enajenada, es creada en la actualidad con el sentido modernista del mariachi, con temáticas que elogian a la mujer aquicalidense, a la Feria de San Marcos y sus bebidas, entre otros tópicos, sin embargo, ello no significa que realmente plasmen lo que en Aguascalientes ocurre.

     De la Música Tradicional Autónoma, podemos rescatar gran parte de la historia del estado, de su forma de vida y del quehacer de su población; pues, buena parte del repertorio que la compone, surge en las haciendas, de los trabajadores, de los peones y posteriormente de la industria minera, que en los municipios de Asientos y Tepezalá tuvieran auge. Aquellas son las melodías que se interpretaban al compás de instrumentos como los violines, mandolinas, arpas, vihuelas, bandolones, contrabajos y guitarras, al estilo de una orquesta típica; canciones que se escuchaban al salir a trabajar, en la pisca o en la mina, muchas de ellas prohibidas por su contenido, tal es el caso de Sol Redondo, que se cantaba a capella y en voz baja, pues algunos de sus versos hacen referencia al trato que tenían en la hacienda.

Sol tú que eres tan parejo para repartir tu luz, habías de enseñarle al amo a hacer lo mismo que tú. No que el amo nos hambrea y nos pega y nos maltrata, mientras que en nosotros tiene una minita de plataSol Redondo (fragmento) – D.P.
     Sol Redondo es un canto que recopilaron los maestros Jorge Campos Espino y Fernando Edrehira Macías, por medio de las señoras Consuelo Gutiérrez y María Flores, en el municipio de Tepezalá, lugar en el que del 20 al 30 de mayo se realiza la Feria Regional en honor del Señor de Tepezalá, que otrora, se encontraba en el municipio de Asientos. Es de reconocer la labor que se ha hecho este año en dicha Feria, ya que, por primera vez se realiza un espectáculo denominado “Raices” al estilo del “Ferial de Aguascalientes” en el cual, se presentan la Danza de Indios de Tepezalá, bailes tradicionales del estado y donde también se interpreta Sol Redondo.




FUENTES


ARGÜELLES, Juan Domingo. Antología, Premio de Poesía Aguascalientes, 1968-2007, 40 años. Instituto Cultural de Aguascalientes. Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes. México, 2007.

BONFIL Batalla, Guillermo. De culturas populares y política cultural. En BONFIL Batalla et al. Culturas populares y política cultural. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Dirección General de Culturas Populares e Indígenas. México, 1995.

ENGEL, José Luis. Efemérides de Aguascalientes Históricas y Culturales. Editorial Filo de Agua. México, 2000.

GÓMEZ Serrano, Jesús. Haciendas y ranchos de Aguascalientes. Estudio Regional sobre la tenencia de la tierra y el desarrollo agrícola en el siglo XIX. Universidad Autónoma de Aguascalientes. México, 2000.

__________________. Las haciendas. En ROJAS, Beatriz. GÓMEZ Serrano, Jesús. REYES Rodríguez, Andrés. CAMACHO Sandoval, Salvador. REYES Sahagún, Carlos. Breve historia de Aguascalientes. El Colegio de México. Fideicomiso Historia de las Américas. Fondo de Cultura Económica. México, 1994.

REYES Sahagún, Carlos. El Tema es Aguascalientes, 10 años de textos del Ferial. Instituto Cultural de Aguascalientes. México, 2004.

____________________. Ketzal vuelve al camino. En KETZAL. Por los caminos de Aguascalientes. Instituto Cultural de Aguascalientes. Gobierno del Estado de Aguascalientes. México, 1998. Grabación Sonora en KCT.

VELASCO García, Jorge Héctor. El Canto de la Tribu. Un ensayo sobre la historia del movimiento alternativo de música popular en México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Dirección General de Culturas Populares e Indígenas. México, 2004.



viernes, 7 de mayo de 2010

“LAS HUELLAS CONDUCEN AL MUSEO DE AGUASCALIENTES… o por lo menos fue el mejor pretexto”





     El 28 de febrero fue el último día que estuve en el Museo de Aguascalientes, ese lugar lleno de vida, de muerte, de historia y recuerdos, de vivencias, de arte, pero sobre todo, lleno de ausencias.

     De colegio católico a museo, el de Aguascalientes es uno de los baluartes artísticos del estado, pues en él se encuentra buena parte del quehacer de grandes personalidades locales y extranjeros. Construido en 1904, el colegio católico fungió como tal durante pocos años, pues a finales del porfiriato concluyeron sus actividades, sin embargo en 1914, siendo gobernador del estado Alberto Fuentes Dávila se acondicionó el espacio para la creación de la Escuela Normal para Varones, la cual fue clausurada a tan solo un año de haber sido creada. Años después se instalaron en la finca, el Liceo de Niñas y la Escuela Normal para Maestras; para estas acciones se requirió la ampliación del lugar, se construyó entonces el segundo patio y se modificó la fachada y pórtico, dichas remodelaciones estuvieron a cargo del Arquitecto (Post Mortem) Refugio Reyes Rivas, creador del Templo de San Antonio, que se encuentra frente al museo.

En los años 30 estaba sentado mi abuelo en la plaza principal con un grupo de amigos cuando pasó el Ingeniero J. Pani y, con sorna, le dijo: “Adiós arquitecto sin título”, a lo que el abuelo contestó: “Adiós título sin ingeniero”. Consciente de su valía, el abuelo firmaba “Arquitecto”, pues aunque estaba desligado de la enseñanza de una escuela, se desenvolvía libremente y su capacidad conjuntaba un compendio de arquitectura en todas sus obras(ROMO, 2006, 24)
     En 1975, debido al deterioro del inmueble la Escuela Normal fue reubicada, abandonando nuevamente la finca, que posteriormente quedaría a cargo del Instituto Nacional de Bellas Artes para su reconstrucción y adecuación museográfica, así en el mismo año fue reinaugurada como lo que hasta ahora es; el Museo de Aguascalientes, joya arquitectónica del estado, patrimonio cultural de los aquicalidenses y casa de los grandes artistas de Aguascalientes, Fernández Ledesma, Reyes Rivas, Herrán, Contreras.

El edificio fue objeto de otra remodelación autorizada por el gobernador J. Refugio Esparza Reyes, la restauración fue dirigida por el arquitecto Flavio Salamanca, jefe del Departamento de Arquitectura del INBA, el Museo de Aguascalientes fue inaugurado el 22 de octubre de 1975, como parte de los festejos del IV Centenario de la Ciudad de Aguascalientes(ENGEL, 1997, 282)
     En su interior, el Museo de Aguascalientes presenta las obras que conforman su propia colección, así como de colecciones familiares; entre los autores que destacan en la misma y principalmente a quienes está dedicado el museo son los conocidos tres grandes artistas de Aguascalientes:

Gabriel Fernández Ledesma – De quien sobresalen sus obras en grabado, dibujo y su “Eterna Lucha” (Que es la obra preferida de quien esto escribe).

Saturnino Efrén de Jesús Herrán Guinchard – Lamentablemente y no, las obras de Saturnino Herrán no siempre se encuentran en el Museo de Aguascalientes, primeramente porque parte del total de sus creaciones se puede observar en el Museo Nacional de Arte y ya que, de nuestro estado suelen salir sus cuadros a diversas latitudes del orbe, por cierto la idea de que en Aguascalientes se tuviera parte de su obra, se debe al poeta y promotor cultural Víctor Sandoval; es así como se obtiene para el Museo de la Ciudad, los bocetos de “Nuestros Dioses” el friso que engalanaría el Palacio de Bellas artes, expuesto se encuentra también “El Gallero” y una copia de varios metros de altura, se localiza recibiendo a los visitantes en la Carretera 45 Norte, tristemente su visibilidad se ve opacada ahora por la magnificencia de un nuevo centro comercial. 
Pienso de nuevo en la grandeza, varias décadas oculta, de Saturnino Herrán. ¿Por qué nadie dudó de su maestría pero pocos se abocaron a mirarla en los cuadros directamente? Salgo de nuevo al patio simétrico y me inunda una ola gigantesca de luz azul y me digo, como quien dice para su coleto, que la obra de Saturnino Herrán está hecha de la madera de para siempre, de todavía y un día(CAMPOS, 2002, 45)
Jesús Fructuoso Contreras “El Divino Manco” – Cuyas obras fueron comenzadas a recopilar en Aguascalientes después de 1963, a casi 60 años de su muerte, ahora el Museo de la Ciudad cuenta con las esculturas en bronce de las divinidades prehispánicas que estaban olvidadas en el mercado “Abelardo Rodríguez” de la Ciudad de México y que posteriormente algunas de ellas fueron colocadas a las afueras del Casino de la Feria; se resguarda además una copia de “Malgré Tout” (la original se encuentra en la Ciudad de México, otra copia existe en Luxemburgo) Malgré Tout “A pesar de todo” es una de las tres obras de Jesús F. Contreras hechas solamente con la mano izquierda (“El Beato Calazans” y “La Inocencia” están en posesión de sus hijos).

Ante el cadáver del divino manco rindieron tributo todas las clases sociales e intelectuales, porque en vida prodigó caridad, amor y belleza (…) No podían faltar las notas de Manuel M. Ponce, que dedicó al escultor una danza para la mano izquierda, intitulada . Es la primera obra pianística escrita a un manco. es una joya musical, desgraciadamente casi desconocida Lacónicamente dedica Ponce a su paisano - A la memoria del malogrado escultor Jesús F. Contreras -  y lo fecha en el año de 1900” (LÓPEZ, 1963, 304)
     El Museo de Aguascalientes, con salas llenas de arte, de historia pero ávidas de visitantes, sus muros resguardando la obra de los tres grandes de Aguascalientes; de igual manera, la sala Jesús Díaz de León regularmente alberga exposiciones de artistas y temáticas diversas, es así que con motivo del Bicentenario del Inicio de la Independencia de México, en dicha sala se encuentra aún, la exposición “Las Huellas de Don Miguel Hidalgo y Costilla” que consta de 54 piezas, entre pinturas, documentos, objetos personales y sacros del Padre de la Patria, dicha exposición llegó a Aguascalientes hace un par de meses siendo abierta al público de forma gratuita (cuestión digna de reconocer) mas, lamentablemente este 9 de mayo cierra sus puertas para continuar su travesía por diversos puntos de la republica.

     Para quien esto lea antes de la fecha mencionada, será posiblemente 8 de mayo, día perfecto para visitar el Museo de Aguascalientes y observar – disfrutar de “Las Huellas de Don Miguel Hidalgo y Costilla” nacido en Corralejo, Guanajuato, un 8 de mayo de 1753.




FUENTES


CAMPOS, Marco Antonio. Saturnino Herrán en Aguascalientes y la Ciudad de México. Editorial Filo de Agua. México, 2002.

ENGEL, José Luis. Diccionario General de Aguascalientes. Gobierno del Estado de Aguascalientes. Instituto Cultural de Aguascalientes, México. 1997.

________________. Efemérides de Aguascalientes Históricas y Culturales. Editorial Filo de Agua. México, 2000.

LÓPEZ Alonso, David. Jesús F. Contreras. En ACEVEDO Escobedo, Antonio. Letras sobre Aguascalientes. Instituto Cultural de Aguascalientes, México, 1963.

ROMO Reyes, Esther Eugenia. Mi abuelo Refugio. En PARTEAGUAS. Revista del Instituto Cultural de Aguascalientes. Otoño 2006, Año 2, No. 6.

PORTAL OFICIAL DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE AGUASCALIENTES. www.aguascalientes.gob.mx

ROSALES Hernán. Jesús F. Contreras. En ACEVEDO Escobedo, Antonio. Letras sobre Aguascalientes. Instituto Cultural de Aguascalientes, México, 1963.