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jueves, 17 de junio de 2010

"SIN ENCANTO QUEDÓ EL CINE"





     Aún recuerdo los domingos por la tarde jugando en las maquinitas del Cine Encanto; si ello fuera hoy, me vería jugando con el salero de Las antorchas. Siendo pequeño no recuerdo haber visitado algún cine que fueran los mencionados por mis padres, el REX, el ENCANTO, el PLAZA, entre otros; solamente llegué a ir al ENCANTO (a jugar en las maquinitas) y al entonces CINEMA DORADO 70.

     La generación de menos de un cuarto de siglo, hoy no recuerda la existencia de cines que contaran con menos de tres salas de proyección, y es que los jóvenes reconocen cuando mucho los restos de aquellas construcciones que siguen en pie y que un día fueran las grandes salas de proyección cinematográfica. La cinematografía en nuestro estado, hablando en términos de proyección y no de creación, cuenta con una historia amplia, puesto que desde inicios del siglo XX se comenzaron a proyectar las “Vistas”, que no eran más que escenas de la vida cotidiana captadas por un cinematógrafo; dichas proyecciones se realizaron en sus inicios en lugares públicos, hasta que se crearon lugares específicos para ello, como el Cine Vista-Alegre, ubicado en lo que hoy es la Av. Francisco I. Madero, contaba además con una pista de patinaje con piso de cemento y un pequeño graderío para espectadores.

En el fondo del Callejón de Zavala ostentaba su fachada el edificio del Cine Vista-Alegre, cuyo propietario fue Don Federico Bouvi. Por su pantalla pasaban películas de movimiento y fijas, pero mudas (…) Las funciones del Cine Vista-Alegre eran diarias (…) El Cine Vista-Alegre y el salón de patinar quedaron demolidos al abrirse la Avenida Madero(KEGEL, 1963, 292)
     Anteriormente los cines no sólo ofertaban filmes, sino que en dichos establecimientos permitían la presentación de artistas, espectáculos circenses e incluso uno de ellos fue sede y testigo de lo que actualmente es el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, el Cine Olímpico, el cual se ubicó en el interior del primer Parián. El Teatro-Cine Olímpico fue inaugurado el 15 de agosto de 1929 y en él se presentaban funciones tanto de cine, box y teatro; sin embargo, la importancia del Cine Olímpico radica en que fue el primero en traer el cine sonoro a la ciudad de Aguascalientes, cuando se presentó la cinta Sonny Boy, en 1930. El Cine Olímpico dejó de funcionar en 1933 al crearse una cancha deportiva en su lugar y posteriormente el levantamiento del segundo Parián.

     De aquella época destacan los cines Vista-Alegre, Royal, Olimpico, el Regio Cine Palacio, e incluso tiempo antes, el Teatro Morelos, pues en el recinto convencionista llegaron a presentar varias cintas.

El Teatro Morelos trascendió porque en él se celebró la Convención de 1914 en la que reunió a las tres fracciones de la Revolución Mexicana y porque forma parte de la historia cinematográfica de Aguascalientes. Ese edificio porfiriano abrió la posibilidad a las primeras personas ambulantes de llegar a la ciudad para las proyecciones de vistas, y la gente concurría para apreciar en la pantalla provisional las películas mudas. En ese tiempo no existía el cine sonoro. Debajo de la tarima se encontraba un pianista que amenizaba y ambientaba la proyección” (RODRIGUEZ, 2005, 372)
     Una vez olvidados dichos lugares, comenzaron a crearse nuevos espacios para la proyección cinematográfica, algunos de ellos sobrevivieron por bastante tiempo, o por lo menos su estructura física, pues a inicios de los 80’s muchos de ellos fueron cerrados debido a la incursión de nuevos establecimientos que ofrecían más de una sala de proyecciones, elementos primordial para que los anteriores se fueran a la ruina. Sin embargo en tiempos anteriores a la penúltima década del siglo XIX, los cines fueron el punto de reunión de la juventud, el lugar de esparcimiento y recreación familiar por excelencia.

"Aquellas amplias salas cinematográficas que hubo en Aguascalientes, todas desaparecidas hace unos años, salvo el Cine Alameda, que todavía funciona con el nombre de Sala París. En esa época existían cuatro cines: El Colonial, que estuvo en la esquina de Juan de Montoro y Díaz de León (…) el Cine Alameda, que tenía dos entradas, una para los que iban a luneta, por la calle de Madero (…) y la otra por Juan de Montoro, para los que pagaban boleto de Balcón, el Cine Rex, en la Calle de 5 de mayo (…) El Cine Encanto, por su parte, ubicado en la segunda cuadra de la calle Madero, en el mismo sitio donde estuvo el Cine Palacio años atrás(MURO, 2005, 280)
     Con pretexto cinéfilo, la juventud de la década de los 60’s aprovechaba las tardes para divertirse fuera de la sala de proyección y por qué no, ir a degustar unos deliciosos esmeriles, como los de Don Nico; ir a pasear en La Estación o cerca de la Alameda, hasta llegar a los Baños de Ojocaliente; y es que buena parte de aquellos cines se encontraban en la hoy calle Juan de Montoro (anteriormente de Aurora, del Ojocaliente, Centenario y en la primera mitad del siglo XX se le adjudicó la nomenclatura actual), tal vez debido a que es una ruta que anda desde la alameda hasta el cerro del muerto, y por ello su factibilidad mercantil.

“Calle del Hotel Washington y del Hotel Regis; del bullicio de fuereños durante la Convención Revolucionaria de 1914. Calle de los cines Plaza y Colonial que convocaban cada tarde de domingo a una multitud acicalada que cumplía con la costumbre de esparcimiento y se formaba en largas filas, esperando pacientemente comprar los boletos de entrada para disfrutar de dos películas y, después, al terminar la función, salir e invadir la noche con el vocerío y pasos apresurados en un estallido de humanidad que se escurría por las calles aledañas dando paso al silencio nocturno habitual” (CASTRO, 2005, 80)

     Diversos fueron los cines en aquella época, pues entre los recuerdos maternos que se vienen a la mente al escribir esto, está aquel que afirmaba que el Cine Colonial, lugar donde hoy está la Plaza Fundadores y anteriormente el Hotel Washington (del cual se rescató parte del frontón cuando se demolía el viejo cine) era aquel cine en donde los sábados por la mañana se reunían las familias desde temprano a disfrutar de la matinée que llegaba a constar de hasta cuatro cintas; un día surgió la duda del por qué tal número de filmes, y la respuesta fue la esperada, el transmisor resultaba ser costoso, pues por cada proyección era necesario reponer ciertas piezas, por lo cual era conveniente aprovechar el tiempo y reducir costos.

     Así mismo era común observar hasta hace unos meses, el interior del que fuera el Cine Plaza, pues fue demolido y lo único que se conservó fue el techo y las bases de la escalera que conformaba lo comúnmente conocido como Gayola, hoy dichos vestigios han sido tapados por una mayor cantidad de concreto.

El Cine Colonial y el Cine Plaza estaban por la calle Juan de Montoro, en Madero el Cine Encanto, el más elegante de Aguascalientes y, sin tapujos en lidiar con cucarachas y otras alimañas, el Cine Rex, por la Calle 5 de mayo. Ya para fines de los setenta, se ampliaron las opciones con la apertura de nuevas salas: Cine Avenida, a la salida a Calvillo; Cinema Dorado 70, por la López Mateos y el Auditorio por la F. Elizondo(MUÑOZ, 2005, 276)
     Hoy en día sólo uno de tantos cines se mantiene vivo; el Cine Sala París, que sobrevive gracias a la proyección de cintas de contenido erótico; mientras que este ha sido el porvenir de aquellas grandes salas:

Cine Colonial – Anteriormente Hotel Washington, hoy Plaza Fundadores.

Cine Plaza – Hoy estacionamiento (en el que aún se vislumbran escaleras, pasillos y el techo originales)

Cine Encanto – Ubicado en la Av. Madero, esquina con Hospitalidad; convertido en Restaurante y Estacionamiento (que conservó el nombre de “Estacionamiento Encanto” así como los muros que lo albergó)

Cine Rex – Se encontraba sobre la Av. 5 de mayo. Demolido y hace uno años convertido en una sucursal de Coppel.

Cinema Aguascalientes – Se conserva íntegro exteriormente sobre la Av. López Mateos, sin embargo está abandonado.

Cinema Variedades – Ubicado en la Av. Héroe de Nacozari, fungió como cine erótico y hoy está cerrado. Pertenece a la CTM.

Cine Auditorio – Instalado en la Av. José F. Elizondo, en el perímetro ferial, se tuvo la creencia hace un par de años de que sería utilizado como foro cultural independiente, sin embargo está abandonado. Pertenece al SNTE.

Cine Avenida – Localizado sobre la Av. De la Convención; convertido en centro de culto cristiano, pizerría y bar (en un mismo espacio).

Cinemas Dorado 70 – Se encontraban en el Centro Comercial El Dorado y en la Av. López Mateos; se desempeñaron como tal hasta hace no más de diez años; ambos se encuentran en el abandono.

Pero así como se proyectaban películas para toda la familia, también se exhibían películas para adultos. En lo que es todavía Los Globos, ubicado a un costado del templo de San Marcos, se proyectaban estas películas (…) Debido a que eran películas prohibidas se acondicionaba una pantalla, se colocaban sillas y bancos para que la gente se enterara de su exhibición, en forma discreta se invitaba a la gente que pasaba(RODRIGUEZ, 2005, 375)
     Con la llegada de los 90’s Aguascalientes sufrió los estragos de la industrialización y la modernización, compañías cinematográficas se instalaron en varios puntos de la ciudad y fue así como poco a poco fueron siendo desplazados los viejos cines que sólo contaban con una sala de proyección, pues no podían competir contra aquellos establecimientos que ofertaban más de tres y hasta 14 salas con la mayor comodidad posible. Es en los albores del nuevo siglo cuando comienzan a escucharse los nombres de cines como Kristal, Cinemark, Cinepolis, MM Cinemas, principalmente, apabullando a los “pequeños” lugares de proyección ya para entonces obsoletos.

     Hoy los viejos cines no son sino, como afirmara Carlos Reyes (2006); cadáveres urbanos que andan por ahí, esperando la decisión piadosa que les dé cristiana sepultura. Por qué no reutilizarlos como lo sucedido en el Distrito Federal y en tantos lugares de la republica en que se apuesta por la cultura, por qué no facilitar su acceso para la creación de espacios culturales como lo es el caso de El Circo Volador, cine destruido y remodelado por jóvenes con el objetivo de mostrar la cultura underground de la Ciudad de la Esperanza; acaso en Aguascalientes no podemos hacer algo para recobrar dichos espacios, tal vez sea el tiempo de recobrar los espacios públicos que por antonomasia pertenecen a la sociedad aquicalidense.

Y es que el cine fue y es fugaz, de ahí que surge en mi memoria un espectáculo de imágenes, sonido, color, en donde el espectador las hace suyas por un espacio de tiempo breve que se puede reducir a dos horas o tal vez a tres, pero las primeras vistas tenían una duración de unos cuantos minutos, pequeño espacio de tiempo que llenaba de alegría, de amor o tristeza al espectador (…) Y es el cine una de las creaciones del ser humano que permite mostrar parte de esos sueños, aunque sea por un tiempo fugaz(RODRÍGUEZ, 2005, 372)
     Cierto es que aquellos cines de antaño no contaban con la calidad Dolby Digital, ni un sistema de proyección digital, ni siquiera con asientos cómodos y reclinables, mucho menos con salas VIP, pero eso sí, poseían el espíritu del viejo Aguascalientes, cuanto no habría dado por disfrutar en ellos algunos de los filmes que en nuestro estado se han rodado, El Último Atardecer (con artistas como Kirk Douglas, Rock Hudson y Dorothy Malone) cuyas grabaciones se realizaron en la comunidad de Venaderos, o La Pasión según Berenice, filmada en las inmediaciones de la Estación del Ferrocarril; quizá serían algunas de mis opciones para visitar dichos cines, pues en fechas recientes Diego Luna filmó en nuestro estado la cinta Abel que tenía como uno de sus objetivos mostrar el Aguascalientes de ahora, para quien esto escribe, no lo consiguió; por ello sigue en pie la hipótesis de que si alguien osara (osáramos dijo el otro) reabrir un espacio como aquellos nuevamente, entonces ahí nos vemos.


FUENTES


ARELLANO Olivas, Ma. Del Carmen. SANDOVAL Cornejo, Martha Lilia. Los frutos ascendentes. Juegos Florales de la Feria Nacional de San Marcos 1931-1967. Gobierno del Estado de Aguascalientes, Instituto Cultural de Aguascalientes. México, 2002.

BOLETÍN del Archivo General Municipal. El Parían. Núm. 22. Octubre – Diciembre 2009.

CASTRO Padilla, Carolina. La calle Juan de Montoro. En CAMACHO Sandoval, Salvador. La vuelta a la ciudad de Aguascalientes en 80 textos. Consejo de la crónica del estado de Aguascalientes, Instituto Cultural de Aguascalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes. México, 2005.

KEGEL, Luis Augusto. El Cine Vista-Alegre. En ACEVEDO Escobedo, Antonio. Letras sobre Aguascalientes. Instituto Cultural de Aguascalientes, México. 1963.

MASCARÓN. Órgano de Difusión del Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes. Año 1, No. 8. Mayo de 1994.

MUÑOZ, Juan M. Prefiero quedarme en casa. En CAMACHO Sandoval, Salvador. La vuelta a la ciudad de Aguascalientes en 80 textos. Consejo de la crónica del estado de Aguascalientes, Instituto Cultural de Aguascalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes. México, 2005.

MURO Muñoz, Juan Manuel. Infausto regalo de reyes: la tragedia del Cine Colonial. En CAMACHO Sandoval, Salvador. La vuelta a la ciudad de Aguascalientes en 80 textos. Consejo de la crónica del estado de Aguascalientes, Instituto Cultural de Aguascalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes. México, 2005.

PARTEAGUAS. Revista del Instituto Cultural de Aguascalientes. Invierno 2010, Año 5, No. 19.

REYES Sahagún, Carlos. Lo que le debo a Aguascalientes. En PARTEAGUAS. Revista del Instituto Cultural de Aguascalientes. Otoño 2006, Año 2, No. 6.

RODRIGUEZ Reza, Soraida. Una mirada a los cines de Aguascalientes. En CAMACHO Sandoval, Salvador. La vuelta a la ciudad de Aguascalientes en 80 textos. Consejo de la crónica del estado de Aguascalientes, Instituto Cultural de Aguascalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes. México, 2005.